Oscar de la Cruz: Entornos Costeros en Parque Nacional Cahuita

El trabajo de este artista fotógrafo es admirable, va a la montaña y selva profunda, o a los riscos fríos y pelados de vegetación de altura, o va al bosque seco guanacasteco, donde hace tomas formidables de árboles, de sus vistosos ropajes, criaturas del bosque como arañas, y reptiles.

Oscar de la Cruz. Entornos costeros.

Pero también se deja seducir por el encanto de las espumas en las aguas costeras, con sus palmeras y vegetación que es única, y nos comparte fotografías del Parque Nacional Cahuita, Caribe Sur de Costa Rica, que puede olvidar donde las tomo, pues su visión del arte fotográfico es ir siempre hacia adelante, nunca atrás.

Oscar de la Cruz. Entornos costeros.

Pensar, para Sigmund Freud, es una acción futura. Recordar, en cambio, es memoria que se despliega en el ámbito pretérito. 

Oscar de la Cruz. Entornos costeros.

Oscar de la Cruz deja que la memoria la reconstruyamos nosotros mismos, los seguidores de su trabajo, él va siempre adelante, buscando nuevos recodos del camino para sacar su cámara y apuntar hacia el objetivo que pasa veloz como el tiempo, o como los recuerdos de ese ayer que empiezan a diluirse hasta desaparecer en un viejo papel, o en los pixeles de la virtualidad.

Oscar de la Cruz. Entornos costeros.

Pero el tiempo que vive este artista no es un tiempo reloj, marcado por el segundero, es una noción sin métrica, que llamamos tiempo fractal, el cual perdura según la intensidad de la vivencia, y las de nosotros como lectores de esos signos captados por el obturador de la máquina fotográfica.

Invita a entrar en ese encadenamiento temporal, para disfrutar las diminutas figuras, criaturas del bosque o de la playa, como el cangrejo juguetón, como la higuana o la araña tejedora, como las epífitas y trepadoras que tejen el árbol, los repartos marinos, o el ave que surca la inmensidad del firmamento cuando él la apunta para capturar su imagen.

Oscar de la Cruz. Entornos costeros.

Esa es la naturaleza que Oscar busca, la que es diferente siempre, pues le exige a el estar atento a los cambios, para que sus fotografías no sean siempre las mismas. Comentaba un seguidor de nuestra pagina en FB, de origen nicaragüense, que la naturaleza en su complejidad, constantemente se transforma, para exigir al arte también a reinventarse.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza

La gran creación que llamamos Naturaleza, es un don de El Creador, parte del existir en convivencia entre todos, humanos y mundo vegetal y animal, en esta Madre o Casa que estamos obligados a generar conciencia para protegerla. Sus brazos abiertos se lucen para nosotros con su mejor ropaje: flores multicoloras, aromas, criaturas diminutas, en fin, toda clase de abundante vida.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Pero muchos de los humanos vivimos tan a prisa, con una actitud inmediatista debido a las preocupaciones y presiones económicas, instigados por el mercado, la publicidad y las tácticas de poder dominante, que no nos percatamos de esas riquezas y calidad de vida que nos ofrece el entorno, pues por lo general, pasamos desapercibida toda esa grandeza que la engalana. 

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Por fortuna, existen los artistas, como en este caso de la fotógrafa Sylvia Fournier, para que, a través de su cámara y singular mirada, nos lo demuestra, a su manera, a la medida de su deseo, pero aun así, no nos damos cuenta del tesoro que tenemos a la vista. Pero, quien es insensible, no se va a fijar aunque la recubramos del oro fino, ni la valoran, y continuarán destruyéndola, talando árboles, aniquilando a sus criaturas durante la práctica de caza, haciendo quemas y tirando desechos en las cuencas de los ríos.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Acercamiento a la naturaleza

La misma artista Sylvia reflexiona:
"Si uno realmente mira a la naturaleza de cerca, se encuentra con sorpresas inesperadas.
Flores de monte diminutas y de gran belleza, que nadie ve, en su mayoría, viven pocas horas.
Árboles llenos de frutos y flores, donde pululan animales minúsculos de diseños y colores increíbles.
Hojas y flores de diseños y colores infinitos.
Y todo esto iluminado por el sol, que causa efectos alucinantes y hace vibrar los colores y las texturas, cambiando a cada minuto nuestra percepción de las cosas".

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Y es que esta artista trabaja en el laboratorio del bosque, bajo las arboledas y entre la hojarasca de su entorno, donde ella habita. Ahí reconstruye esos escenarios para lidiar con la técnica, la estética, y un profundo sentimiento de gratitud hacia la Tierra. Pero para reconocer y descubrir en ese laboratorio, es necesario también saber, leer el entorno, y, reconocer por esos signos, sus necesidades.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Decía el teórico de la percepción Rudolf Arhein, docente e investigador de la escuela de Psicología de Harvard, que, cada uno ve lo que sabe, pero si no se sabe nada entonces no verá nada, pasarádesapercibido aquello que podría disfrutar si devolviera un acto de tolerancia a ese gesto de amor, que la naturaleza, regala cuando abrimos la conciencia y activamos los canales perceptivos para sentirla, reconocerla, reinventarla.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Las fotografías de Sylvia, son construcciones donde la materia demuestra ser una poesía superior, que la artista recompone para mostrárnosla, como un universo distinto al real, sin embargo, esa dosis de belleza que aporta su don creativo y experiencia, portará de un gesto de detención, para admirarla. 

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Ese es el mejor fruto de su investigación, de su trabajo en dicho laboratorio que no está entre cuatro paredes, sino abierto, en el continuun de la existencia, y su beligerante belleza, pues hay ternura y color, pero también espinas.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.

Otros individuos pasarán de lado, evitando las espinas, pero no mirarán nada, porque no saben, ni sienten, no se permiten disfrutar un instante para tener una comunión con el universo extremo, el cual Sylvia reconstruye, como la mejor alabanza al Creador, como el mejor regalo de esta mujer creativa a quienes seguimos su trabajo, para contagiarnos de ese grado de bondad y gracia hacia la casa de todos.

Sylvia Fournier: Arte de Reinventar la Naturaleza, 2020.